DÍEZ FERNÁNDEZ JESÚS
Hay un trayecto cómplice, en el que amamos a la tierra a través de sus gentes. Nos apoderamos del paisaje, de su realidad y relatamos las metáforas reflejadas en el espejo, pero también sus enigmas. Antes de fotografiar y contar con la mirada el testimonio como una creación, es necesario haber escuchado en nuestro interior las verdades de la vida, el peso de las cosas, las heridas habitadas.