MARSHALL, TIM
La tierra en que vivimos determina nuestra existencia. Ha provocado guerras, dictado estrategias políticas y dado forma a la sociedad en todo el planeta. Esto es tan cierto hoy como en la antigüedad, cuando los grupos tribales buscaban posiciones elevadas para poder defenderse mejor. A veces, las decisiones que toman los gobiernos, los grupos de poder o las comunidades están limitadas por ríos, montañas, desiertos y océanos. Podría decirse que a menudo las naciones son ?prisioneras de su geografía?, pues topan con la presencia de cordilleras o dependen del acceso a vías fluviales a la hora de desarrollar el comercio. Además de los accidentes geográficos, como ríos y montes, el clima y los recursos naturales también tienen suma importancia; todos estos factores han marcado el desarrollo de la humanidad a lo largo de la historia. Actualmente, la tecnología permite superar algunas barreras geográficas. Por ejemplo, internet nos mantiene conectados y los aviones nos permiten sobrevolar las montañas. Ahora bien, pese a todos estos avances, el paisaje físico continúa siendo clave; quien conozca la geografía de la