ALVAREZ, TOMAS / VV. AA.
En el final del siglo XV peregrinó a Compostela un monje servita alemán llamado Hermann Künig von Vach, quien dejó escrita una guía de la peregrinación que durante el siglo XVI fue utilizada por multitud de viajeros a Santiago.
La guía Die walfartund Strass zu santJacob fue impresa por primera vez en Estrasburgo, en 1495, y presenta un itinerario de ida (oberstrasse o camino alto) y otro de vuelta (niederstrasse o camino bajo). En el libro, el monje narra su recorrido, con múltiples indicaciones relativas a las distancias, a las rutas y al trato recibido en los establecimientos de acogida.
El texto que atiende poco a los aspectos artísticos e incluso religiosos sí posee un gran contenido práctico, con asuntos relacionados con cruces de caminos y distancias, calidad de los centros de atención y hasta orientaciones sobre el tipo de cambio y cómo ahorrar dinero en los pasajes. De todo ello se deduce más la cualidad de Künig como viajero observador que como devoto cristiano.
Frente a la narración del Códice Calixtino, pródiga en citas religiosas de santuarios y reliquias, la que escribe Hermann Künig se caracteriza por un pragmatismo frío. Apenas en un par de ocasiones cuando visita las ciudades francesas de Toulouse y Tours se detiene a hablar de las reliquias; es la única vez, porque cuando llega a Compostela incluso pasa por alto la referencia a las del apóstol Santiago, punto de atracción máxima del fenómeno peregrino.